A mediados de mayo celebramos nuestro primer salón en Madrid con algunas de las bodegas más especiales de nuestro portafolio. Tras las nuevas aperturas y remodelaciones hoteleras, y el ascenso imparable de su escena gastronómica, no hay duda de que la hostelería de la capital vive uno de sus mejores momentos. Esto se traduce en cartas de vino eclécticas y sofisticadas en las que productores pequeños, pero de gran personalidad como los que representamos son cada vez más apreciados.
La cita fue en el Espacio Monbull, un escenario acogedor y versátil acorde con el estilo de distribución discreta y cuidada que nos caracteriza, y que nos permitió trazar un recorrido que se prestaba a la sorpresa y al descubrimiento. ¡Qué lujo poder reunir bajo el mismo techo los vinos de Emidio Pepe, Stella di Campalto, Conterno Fantino, Le Macchiole, Fazenda Prádio, Ca L’Apotecari, Champagne Régis Poissinet, Clos du Moulin Aux Moines, Domaine Alain Voge, Château Cazebonne, Domaine des Deux Clés, Vassaltis Vineyards, Weingut Immich-Batterieberg y Weingut Peter Wagner, y los hidromieles de Campo Miel!
No podíamos pensar en una manera mejor de mostrar el trabajo que hemos venido realizado durante los seis años de vida de Caskadia que poner en contacto a los productores con las personas que sirven y comunican sus vinos a diario o que están buscando algunos de los estilos y perfiles que llevamos defendiendo durante este tiempo. La gran obsesión compartida por los dos fundadores que estamos detrás de Caskadia, Arthur De Gaulejac y Tom Symons, es posicionar los vinos allí donde más se puedan apreciar.
Un catálogo “muy de sumilleres”
Armados con nuestra copa todoterreno favorita, la Versatile de Grassl Glass soplada a mano, no faltaron los sumilleres y referentes de la hostelería madrileña que más cuidan el vino como David Villalón (Angelita) y Delia Baeza (La Fisna), Miguel Laredo (Taberna Laredo), Jorge Thuillier (Kabuki Wellington), Álvaro Prieto (Zuara Sushi), Israel Ramírez (Saddle), Tomás Ucha (Berria Wine Bar) o Alberto Ruffoni, el último ganador del Concurso Vila Viniteca de Cata por Parejas que estará al frente del vino en el nuevo Robuchon Madrid cuya apertura se espera para la vuelta del verano. También se acercaron profesionales de otros puntos de España que han convertido sus establecimientos en lugares de peregrinación para los aficionados como Jesús González de La Tana (Granada) o Josiño de Malauva (Pontevedra).
El evento les permitió catar y charlar pausadamente con los autores de los vinos. Israel Ramírez, feliz de que Saddle haya recibido por tercer año consecutivo el Best Award of Excellence que otorga la revista norteamericana Wine Spectator, disfrutó de la atmósfera cordial y profesional de la cata, así como de la oportunidad de “poder hablar de tú a tú y preguntar dudas a las personas que están a pie de viña”. Ha definido nuestro catálogo como “muy de sumiller” y valora de manera especial la personalidad de los vinos que lo integran: “Todos dicen algo sobre una zona, un pueblo o un productor que hace las cosas de manera diferente.”
Al otro lado de la barrera, los elaboradores apreciaron la excelente disposición de los asistentes. “Vi verdadero interés y conocimiento por los vinos finos y de calidad”, explicaba el gallego Xabi Seoane de Prádio. “Describir el salón es como describir a Caskadia y su esfuerzo por buscar la calidad y la finura. Todo lo hacen con gran sensibilidad, sabiendo exactamente lo que quieren y dirigiéndose a profesionales y aficionados que comparten su misma filosofía”.
Un viaje por la Europa de los vinos finos
Con mayoría de bodegas internacionales, de acuerdo con nuestra vocación importadora, Francia fue el país con más productores en la sala. Domaine des Deux Clés mostró el potencial de frescura e interpretación de suelos en la región mediterránea de Corbières (Languedoc-Rosellón), con acertados ensamblajes y un elegante blanco de Roussanne. Muy precisos y minerales los Syrahs de Alain Voge en Cornas (Ródano) que van aumentando su intensidad a medida que crece la edad del viñedo, bien complementados por su fragante y glicérico Saint-Péray Blanco. Château Cazebonne mostró que otros burdeos son posibles más allá de la extracción y que también hay variedades olvidadas que recuperar en la región de tintos más famosa del mundo.
Borgoña vino cargada de historia, ya que Clos du Moulin Aux Moines se asienta en una propiedad fundada por los monjes en el siglo X. La bodega, que está a punto de convertirse a la biodinámica y se reinventó en 2008, trajo su Pinot Noir sin sulfitos y dos de las casi 20 cuvées diferentes que pueden llegar a elaborar en la región. Por último, el Champagne Régis Poissinet, refleja nuestra apuesta por un productor de la Vallée de la Marne con viñedo mayoritario de Pinot Meunier y capaz de crear espumosos opulentos y con cuerpo que resultan muy gastronómicos.
Italia fue otro país excelentemente representado. De Piamonte, presentamos a Conterno Fantino, un productor que trabaja en ecológico desde los años noventa y cuyo estilo, contenido y equilibrado, es una de las últimas incorporaciones al porfolio. Junto a él, las joyas de Stella di Campalto, con sus brunellos y rossos de Montalcino profundos y mediterráneos fruto de sus profundas convicciones biodinámicas. El mítico Emidio Pepe, que también aboga por la biodinámica en sus viñas conducidas en pérgola en Abruzzo, deleitó a los asistentes con un Montepulciano de la cosecha 2000, a la altura de las expectativas que generan sus vinos largamente envejecidos en botella.
En Bolgheri (Toscana), el productor ecológico Le Macchiole trata las variedades internacionales con una finura poco habitual y domina tanto los ensamblajes como las elaboraciones en solitario como se vio con el Merlot y el Cabernet Franc que presentó en el salón.
Dos bodegas alemanas y una griega completaron el recorrido internacional. Procedente del Mosela y con etiquetas originales y atrevidas para lo que se estila en la zona, Weingut Immich-Batterieberg fue el mejor ejemplo de la tensión que consigue la Riesling en las empinadas colinas de la región. Como contrapunto, Weingut Peter Wagner trajo la expresión crujiente y perfumada de la Pinot Noir (Spätburgunder) cultivada en sus viñedos sobre suelos volcánicos de Baden, al borde de la frontera con Francia y Suiza. De Grecia, los Assyrtikos tensionados, salinos y minerales que elabora Vassaltis en la isla de Santorini, fueron una de las estrellas del salón.
Solo dos productores españoles compartieron el espacio con sus compañeros europeos. Xavi Seoane de Prádio presentó sus nuevos Pacio blanco y tinto de ensamblaje que se acogerán a DO Ribeira Sacra, muy afinados tras dejar atrás la elaboración de monovarietales que le sirvieron de campo de pruebas y experimentación. Y la bodega casi secreta de Porrera (Priorat) Ca L’Apotecari mostró sus tintos profundos de maduraciones plenas y texturas sedosas. También se pudieron catar los originales hidromieles de Campo Miel, cuyo corazón anida en los panales de la Sierra de Moncalvillo en La Rioja. Un dulce colofón a uno de los días más felices de nuestra trayectoria.
Esperamos poder compartir muchos más en el futuro con nuestros clientes y amigos. Gracias a los valientes apasionados por la visita. Fue un día fabuloso y una experiencia memorable para nosotros y nuestros queridos bodegueros.
Fotografía: Abel Valdenebro